Tamales

Por Marcella Escarfuller

Aparte de la familia, el único sinónimo de las celebraciones navideñas es la comida. La Navidad no es Navidad sin ciertos platos en la mesa. Todas las culturas tienen sus platos favoritos navideños sin los que no pueden vivir. 

Para algunos son el relleno de pan de maíz, el pastel de calabaza, la cacerola de batata dulce, o un crujiente pavo dorado. En América Latina, lo único que seguramente estará en cada mesa el día de Navidad es una bandeja llena de tamales.

Existen muchas variedades del tamal. Los tamales tradicionales se hacen con una masa a base de maíz (aunque algunos países usan puré de plátanos) rellena con algún tipo de carne (el pollo, la carne de res y el cerdo son los más comunes). La masa rellena ya cocida, se envuelve en hojas de maíz o en hojas de plátano, se ata con una cuerda y luego se refrigera o se congela y cuando se llega el momento de comerlos, se llevan a una olla de agua hirviendo y se cocinan hasta que estén bien calientes.

El tamal se origina en Mesoamérica alrededor del año 8000 antes de Cristo. Las culturas indígenas en México y Guatemala probablemente extendieron la tradición al resto de América Latina. Las civilizaciones azteca y maya, así como los olmecas y toltecas antes que ellos, preparaban tamales para sus salidas de caza y para viajes a larga distancia porque los tamales son convenientemente portátiles. Los tamales también eran un alimento tradicional para los rituales y festivales indígenas.

La tradición de los tamales ha cautivado a las masas desde que se presentaron en la Exposición Colombina del Mundo, también conocida como la famosa Feria Mundial de Chicago en 1893. Sin embargo, los Tamales fueron introducidos al Nuevo Mundo mucho antes, en 1721, en lo que ahora es el noroeste de Louisiana. Los colonos españoles del centro de México fueron los primeros fabricantes de tamal en llegar a los Estados Unidos y dejando un legado tradicional. De hecho, Zwolle, Louisiana (ubicada justo al sur de Shreveport, en la parroquia de Sabine), organiza una Fiesta del Tamal cada octubre.

Navidad es, sin duda, un momento para practicar y probar tradiciones reales. Son nuestras tradiciones las que hacen que la navidad sea especial: la nostalgia que traen los recuerdos de tiempos pasados, y la calidez que inspiran desde nuestro interior hacia nuestro exterior. Estar rodeado de amigos y familiares, y de buena comida y música es parte de esa experiencia. 

Pero no olvidemos que a veces es bueno probar cosas nuevas, e incluso crear nuevas tradiciones.

Esta temporada festiva, haz el reto de pasar un buen rato preparando tamales con tus seres queridos. ¡Conviértelo en todo un evento! Quizás este puede llegar a convertirse en tu nueva tradición favorita.