Por Dr. Arturo Gastanaduy

La “gripe” es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por el virus de la influenza. Generalmente viene durante los meses de otoño e invierno, y ataca a millones de personas.

La mayoría de las gripes son de leves a moderadas. Sin embargo, aproximadamente medio millón de personas requieren hospitalización, y hay un rango de 12.000 a 56.000 enfermos que mueren de gripe cada año.

Las personas expuestas a la gripe se enferman de uno a cuatro días, con inicio repentino de fiebre alta, escalofríos, fatiga, dolor de cabeza, cuerpo y garganta, tos y congestión nasal. La enfermedad dura de 7 a 10 días, y mejora gradualmente.
Las complicaciones de la gripe pueden ser moderadas, como infecciones de los oídos y sinusitis, o infecciones más severas, como neumonía, inflamación del corazón, cerebro y músculos e infección generalizada. Las complicaciones son producidas por el mismo virus, o por coinfección con otros gérmenes.

La gripe severa y los casos de muerte son mas comunes en niños pequeños, adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas, y personas con enfermedades crónicas como asma, diabetes, cáncer, enfermedades cardiacas, etc. La vacuna contra la influenza es la forma más efectiva de prevenir la enfermedad y sus complicaciones.

Toda persona mayor de 6 meses debe vacunarse. La inmunización anual es necesaria, porque los virus cambian con el tiempo. La mejor estación para vacunarse es el otoño.

La gripe puede ser diagnosticada con una muestra por hisopo nasal, y los médicos pueden recetar medicinas para tratarla. Estas medicinas pueden reducir la severidad de la gripe, pero no la previenen, y deben ser aplicadas en los dos primeros días de la enfermedad para ser más efectivas.

Usted puede prevenir la diseminación de la gripe vacunándose a sí mismo y a su familia, cubriéndose boca y nariz al toser o estornudar, lavándose las manos y evitando el contacto con personas enfermas.