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¡Haz lo que te parezca En la calle Frenchmen!
¡Haz lo que te parezca En la calle Frenchmen!
Por Christopher Ard
¡Es enero en Nueva Orleans, lo cual significa que es hora de salir a la calle! Lo más probable es que vas a estar bailando en la calle Frenchmen Street en algún momento de este carnaval, mientras celebras la vida. Si, son pocas las calles de Nueva Orleans que en la era post-Katrina evocan imágenes de diversión, risas, jazz y pasar un buen rato. Pocas como lo hace la calle Frenchmen. Sin embargo, este área al borde del Barrio Francés no siempre fue tan jovial.
En 1763, los países de Europa firmaron el Tratado de París, terminando así la Guerra de los Siete Años (una guerra principalmente entre Francia e India). Un año antes, Francia y España se reunieron en secreto y firmaron el Tratado de Fontainebleau, que otorgó Luisiana y Nueva Orleans a España.
Por supuesto, en aquel entonces no había teléfonos celulares ni internet, así que las noticias del tratado secreto finalmente se difundieron en 1764. De la noche a la mañana, los colonos franceses y alemanes de Luisiana y Nueva Orleans se volvieron españoles, y por esta razón, se esperaba que de ese momento en adelante bebieran vino catalán de España, en lugar de vino de Bordeaux de Francia. La noticia causó gran impacto entre la mayoría de los residentes de Nueva Orleans, como es de imaginar.
Los años pasaron, y finalmente España envió a un nuevo gobernador a liderar Louisiana. Don Antonio de Ulloa se presentó con su esposa, e inmediatamente se encontró con la resistencia de la población francesa, que no quería ser española ni beber vino español.
Ulloa tenía como plan detener los infames acontecimientos que se llevaban a cabo en Nueva Orleans, como el contrabando desenfrenado que sucedía por medio del río Mississippi, por lo que el nuevo Gobernador español decidió cerrar todas las entradas al río, excepto una. La industria naviera no iba a tolerar este cambio.
En 1768, 600 residentes ayudaron a expulsar a Ulloa de la ciudad, en el periodo que se conoce ahora como la Rebelión de Luisiana de 1768, la primera rebelión de los europeo-estadounidenses contra las potencias europeas.
Cuando las noticias de la rebelión llegaron a España, el Rey estaba furioso. Aproximadamente un año después, España envió a Don Alejandro O’Reilly (un irlandés), a restablecer el Gobierno español en Louisiana.
A su llegada, O'Reilly invitó a los que organizaron la rebelión a una cena, prometiendo que nadie sería castigado. Sin embargo, durante la cena, arrestó a los rebeldes que asistieron. Cinco de los conspiradores fueron condenados a muerte por fusilamiento el 26 de octubre de 1769; otros cinco fueron encarcelados en Cuba por dos años y otro fue enviado a prisión en Francia. Entre los muertos estaba Nicholas Chauvin de Lafreniere (el mismo por quién fue nombrado el parque).
Durante los meses siguientes a su llegada, "Bloody" O’Reilly (como se le conoció en ese entonces) estableció el Gobierno español en Louisiana. Las banderas francesas se quitaron para levantar las banderas españolas; los nombres de las calles fueron traducidos al español; se cambió la moneda al peso, pero la población local nunca olvidó a los franceses que fueron asesinados o encarcelados durante la revuelta.
36 años después, Bernard Marigny vendió su terreno río abajo del Barrio Francés, creando subdivisiones, y escogió los nombres de las calles de ese sector con cosas que le gustaban, como el juego de Craps, Love, Good Children, y por supuesto, Frenchmen, una calle que conservó en honor a aquellos hombres que murieron luchando por su libertad. Los rumores cuentan que la ejecución de estos franceses sucedió cerca de lo que es hoy la intersección de la calle Frenchmen y la avenida Esplanade.
Así que, en este carnaval, mientras bailas en la calle Frenchmen, brinda y derrama un trago en honor a aquellos franceses que se revelaron en contra de las normas y regulaciones del Gobierno. Escucha algo de jazz, el arte musical de Nueva Orleans que rompe todas las reglas… ¡Haz lo que te parezca! - es la tradición.