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¡Atchis, Atchis! ¡La primavera ha llegado!
¡Atchis, Atchis! ¡La primavera ha llegado!
Por Arturo Gastanaduy, MD.
Jardines verdes, árboles floridos y flores multicolores traen el sonido placentero del canto de las aves diciéndonos que la primavera llegó. Sin embargo, también vamos a escuchar muchos estornudos, señalando que la rinitis alérgica (RA) también regresó.
La rinitis alérgica es muy común, especialmente en personas jóvenes, afectando aproximadamente el 20% de niños y adolescentes. Es más frecuente en niños que en niñas, y en personas con historial de alergias familiares y madres fumadoras. Las personas con RA tienen 3 veces más posibilidades de desarrollar asma.
La rinitis alérgica es causada por una reacción de hipersensibilidad de la mucosa nasal a substancias extrañas (alérgenos). Reexposición produce una reacción inmediata que causa vasodilatación, hinchazón de la mucosa, y aumento en la secreción de moco y estornudos.
Los síntomas clásicos son: picazón y congestión de la nariz, abundante y clara secreción nasal, estornudos frecuentes, perdida del olfato, lagrimeo y ojos rojos. No es una enfermedad mortal, pero tiene efectos adversos en la calidad de vida de las personas afectadas. La rinitis alérgica está asociada con sinusitis, ataques de asma, sueño interrumpido, roncar, cansancio, bajas notas en la escuela, ojeras oscuras, respiración por la boca, maloclusión dental y un pliegue transversal en la nariz.
Históricamente la RA fue clasificada como estacional o perenne. La estacional se debe generalmente al polen de los árboles, hierbas y ambrosía; mientras que la perenne es causada por alérgenos del interior de las casas, como el pelo de mascotas, ácaros de polvo y esporas de moho. La Organización Mundial de la Salud ha clasificado la RA, basada en la duración de los síntomas, en: intermitente (<4 días/semana o <4 semanas/año) y persistente (>4 días/semana o >4 semanas/año).
Esta clasificación es más útil para desarrollar un plan de manejo. El diagnóstico de RA se basa en el historial médico y el examen físico, y ocasionalmente se necesitan exámenes específicos. Rinitis alérgica es una condición crónica y no tiene cura. Sin embargo, puede ser controlada, resultando en una mejor calidad de vida para los individuos afectados. Cada persona es única y los síntomas son variables. Por lo tanto, el tratamiento debe ser individualizado, y puede necesitar modificaciones. No espere una “píldora mágica” del doctor. En cambio, pida un plan de tratamiento y evaluación. Probablemente el plan incluirá cambios en la casa y en el estilo de vida, para disminuir la exposición a los alérgenos, además de algunas medicinas como corticoesteroides nasales, antihistamínicos orales sin sedantes, etc.
La mayoría de los pacientes pueden ser manejados por su médico de cabecera. En ciertos casos, es necesario referir el paciente a un alergista.