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Oscar Chimal El Jefe de Fat City
Oscar Chimal El Jefe de Fat City
Por Anamaria Bech
Oscar Chimal es un joven trabajador de 27 años y el jefe de Los Jefes Authentic Mexican Cuisine en Metairie. Después de trabajar en diversas posiciones dentro de la industria, asumió el desafío de abrir su propio local en Fat City en Metairie.
Hoy en día, Los Jefes atrae a gente de toda la ciudad. Fat City no ha sido el lugar de moda por muchos años, pero la popularidad de Taco Tuesdays (martes de tacos) en Los Jefes realmente ha cambiado la percepción del área y ha hecho de este auténtico restaurante de comida mexicana uno de los destinos más apetecidos en el área que una vez fuera la zona rosa de Metairie.
Hablamos con Oscar Chimal sobre su vida y su negocio para descubrir cómo ha logrado que Los Jefes sea tan exitoso.
Vamos a empezar desde el principio... ¿Dónde creciste?
Nací en México y me mudé a Kenner en 2002 cuando tenía 11 años.
¿Cómo empezaste en el negocio de los restaurantes?
Tenía que ganarme la vida. No había una carrera que amara. Comencé a trabajar en los restaurantes cuando tenía 15 años limpiando mesas en el restaurante Andrea‘s, y luego, a los 17 años, fui a trabajar al Barrio Francés. Trabajé en Oceana Grill y me pasé a la gerencia dos años después. Ayudé en la apertura del restaurante de Bobby Hebert y comencé por mi cuenta cuando tenía 24 años.
¿Cómo nació el restaurante Los Jefes?
Mi amigo Terry tenía el edificio aquí. Trabajamos juntos para abrir su negocio, pero él nunca pudo abrir su tienda de PoBoys debido a circunstancias personales y al ver todo el trabajo que había puesto en el negocio, insinuó que debería asumir el contrato de arrendamiento. No estaba buscando irme por mi cuenta, ni estaba en la posición financiera, pero aún así llamé al propietario y obtuve un contrato decente, así que aproveché la oportunidad. Pedí dinero prestado a mis padres y amigos. Tuve un socio que terminó yendo a otro lugar por su cuenta poco después, y en ese momento trabajamos con todo el empeño. Mis hermanos se involucraron más y realmente me ayudaron a que saliéramos adelante.
¿Por qué te arriesgaste?
Siempre me ha gustado apostar con las empresas. Incluso antes del trabajo en los restaurantes, compraba y vendía autos por mi cuenta. A veces ganaba dinero, a veces perdía. Me gustaba probar diferentes vías, me involucré con compañías de MLM e invertí dinero en ellas. Fallé en tantas cosas diferentes, de tantas maneras, pero nunca desistí porque mi voluntad era mucho más fuerte que los retos que enfrentaba.
Entonces, ¿incluso después de los ‘fracasos‘ la gente todavía te respaldó financieramente?
La gente me confió su dinero y apoyó mi visión. Mis padres me prestaron sus ahorros, un ex jefe también me dio algo de dinero, mis hermanos se sumaron. Ellos creyeron en mí porque vieron mi disposición. En el primer mes vieron que iba a poder ganar el dinero para pagar y sacar adelante el negocio.
¿De dónde sacaste esa actitud de todo o nada?
Cuando vinimos de México, mi familia no tenía la documentación adecuada. Ya en la secundaria entendí lo que estaba pasando. Mis compañeros estudiaban duro para obtener una carrera, o entrenaban fuerte para ganarse una beca deportiva, pero esas no eran opciones para mí en ese momento. Sabía lo que mis padres habian tenido que pasar por sacarnos adelante. No podría vivir sabiendo que mis padres habían teniendo que sacrificar toda su vida para tenernos aquí, y no hacer nada de mi vida. Quería hacer algo de mí mismo por ellos y ser un ejemplo para mis hermanos.
¿Cómo te decidiste por un restaurante mexicano?
Mi mamá siempre cocinaba en casa y yo crecí comiendo con esa sazón casera. Muchos de los restaurantes mexicanos que hay por aquí son comida Tex Mex, pero sabía que si ofrecíamos algo auténtico, hecho fresco cada día, funcionaria. La comida es deliciosa, está hecha con amor, y eso es por lo que la gente paga cuando viene aquí.
¿Cuál es tu ventaja competitiva?
Además de la calidad de la comida, realmente aprendí sobre el servicio al cliente. Mis hermanos también trabajaron conmigo en los lugares que yo trabajé, así que sabían cómo nos gusta tratar a los clientes. Enseñamos a nuestro personal a tratar a todos con respeto, es muy importante para nosotros prestar atención a los pequeños detalles. Eso es lo que nos lleva más lejos y nos separa de todos los demás.
¿Cómo prosperas en Fat City?
Tommy Cvitanovich, de Drago’s, comenzó a venir y quería saber qué estaba haciendo para que funcionara este lugar después de que él no pudo hacer que su lugar de hamburguesas fuera exitoso. Yo le conté que abrí con un menú muy asequible y grandes porciones, repartí folletos en los complejos de apartamentos y negocios alrededor. Al principio no había ganancias, pero luego comencé a ganar volumen y se corrió la voz en Fat City. Con el poco dinero que ganábamos comencé hacer publicidad fuera de Fat City y conseguí gente de todas partes. El mismo plato que estaba vendiendo a 10 dólares al principio, vale mucho más ahora. Tomó mucho trabajo construir la reputación y valorizar el lugar y el negocio.
¿Cómo estás ayudando a mejorar el área?
Al igual que Tommy Cvitanovich, estamos invirtiendo en el área. Hemos adquirido arrendamientos para 6 propiedades alrededor del restaurante, oficinas y espacios de estacionamiento, y ahora tenemos el edificio de la esquina con un comedor más amplio. Estamos invirtiendo en el área e incrementando su valor.
Siendo tan jóven y haciendo tantas cosas, ¿cómo te mantienes enfocado?
Mi hermano siempre es mi freno. Siempre estoy tratando de hacer demasiadas cosas y él me cuestiona. El año pasado invertí en un restaurante en Nueva Orleans y en un bar. Terminé vendiendolos porque era demasiado. Mi hermano me trajo de vuelta y me recordó que necesitaba concentrarme en Los Jefes y llenar el nuevo comedor. Siempre quiero hacer demasiadas cosas, tengo muchas ideas, pero mi hermano y mi hermana me mantienen con los pies en la tierra. Puede que yo sea la cara de Los Jefes, pero el mérito de lo que hemos logrado se debe a mi familia y a mis mentores. Estoy aquí gracias a los empleados y, ciertamente, gracias a mis hermanos.
¿Qué se necesita para tener éxito?
Me he quemado tantas veces, pero vale la pena cometer todos esos errores. Siempre estás aprendiendo. Para tener éxito se necesita ver lo que nadie más ve, que es la fe. Tener una visión donde no hay visión. Siempre me veo siendo exitoso. Porque creía en esta visión del éxito, me esforcé por lograrlo todos los días. Me puse mucha presión, mis circunstancias me presionaron mucho, pero mi visión siempre fue muy clara para mí. Se necesita creer en ti mismo.
¿Cuál fue esa visión?
Ser alguien de quien mis padres pudieran estar orgullosos y estar en una posición en la que yo pudiera apoyarlos financieramente. El restaurante ha sido mi plataforma para llegar allí, me sentía cómodo en esta industria, es lo que sabía hacer y confiaba en que iba a tener éxito. El restaurante es la avenida que me va a permitir construir un futuro para mis padres, y para mis hermanos.